La desesperación siempre conlleva miedo. Miedo a no saber que hacer. Miedo al futuro. Miedo a no encontrar lo que llevamos años buscando. El mercado laboral está fatal (no hace falta que os lo diga a ninguno), pero cada día que pasa parece estar peor. Y no sólo el mercado, si no la sociedad en general. El miedo nos hace más conformistas y nos hace plantearnos los insultos como elogios. Nos hace creer que nos dan oportunidades cuando en realidad se aprovechan de nosotros. Nos hace un poco más tontos.

No hablo de todas esas ofertas de trabajo ridículas en las que te tienen esclavizado 10 horas al día para pagarte 500 euros al mes. Ni de esos empresarios que requieren que te hagas autónomo para que trabajes con ellos y te den un sueldo que apenas superan la cotización. Ni siquiera estoy hablando de todas esas empresas que se nutren de becarios sólo porque son gratis (y si han acabado la carrera y la universidad no paga su seguridad social, ni eso). No. Estoy hablando de esos falsos salvadores.

En Galicia decimos que «mexan por nos e din que chove», que viene a decir que «nos mean encima y nos dicen que está lloviendo». Y eso es lo que están haciendo ahora: mearnos encima.

Todo esto viene a cuento por la llamada SCPF Academy. Una especie de máster (o como han puesto: método de formación de talento) por el cual tienes que pagar 20.000 euritos por diez meses. Y aquí viene la novedad: es un curso en el que no tienes clases, ni profesores ni gaitas: simplemente trabajas. En una de las agencias más prestigiosas del país, eso sí.

Desglosemos un poco su método (os dejo aquí el enlace para que lo sigáis au pair) y algunos de los puntos que más me han chocado:

  • Permite a los alumnos interactuar con los profesionales y que les supervisen: vaya, como en todas las prácticas. Imagino que eso implicará que se dignarán a hablarles y eso.
  • Práctico, sin materias ni asignaturas: es decir, a currar todo el tiempo. Me suene otra vez a cualquier práctica en agencia. Me parece muy bien la parte práctica, pero por el momento me suena a otra cosa.
  • Se aprende en contacto con la realidad: volvemos a que es como unas prácticas. Evidentemente esto no es una escuela, salvo en que pagas tú y no te pagan a ti.
  • Los procesos no son obligatorios: ¿pero esto no era real? ¿En qué quedamos?
  • Favorecemos la mezcla: muy bien. ¿Y? En cualquier entorno te puedes encontrar con diferentes disciplinas, nacionalidades, lenguas… ¿Es que acaso van a forzar la búsqueda de diversas tipologías de alumnos o profesionales para que les cuadre? No alcanzo a comprender esto muy bien. Vivimos en una aldea global y se supone que hemos superado esto hace tiempo. Sólo hace falta que pongan que trabajan hombres y mujeres juntos.
  • El programa incluye lo inesperado: no creo que eso suene tan bien como creen.

Resumiendo. La academia consiste en hacer trabajo de agencia en una agencia y como si estuvieses en una agencia. Es decir, lo mismo que haría una persona que esté allí contratada o en prácticas, salvo por una salvedad: en vez de pagarte ellos a ti, tú les pagas a ellos. ¿Pueden hacerlo? Sí, de hecho lo están haciendo. ¿Es lícito? Desde luego. ¿Es moralmente reprobable? Y tanto.

Entiendo la existencia de escuelas que te cobren para prepararte para trabajar. Al fin y al cabo, todas lo hacen y tiene cierta lógica. Lo que no puedo comprender es como una agencia puede cobrarte (y no poco) por una formación que adquirías trabajando con ellos en más o menos la misma medida (puedo admitir que en menor medida, pero no me parece un atenuante). Y además parto de la base de que esta idea parte de una agencia que admiro que dirige una persona que admiro mucho más, con lo cual hasta me duele.

Me siento un poco traicionado por una generación que se está aprovechando de la desesperación de otra generación. Saben que matamos por entrar en sus agencias aunque sea gratis, así que en vez de hacernos matar nos van a hacer pagar. Nos es complicado mantenernos a base de aire y nuestras familias, con lo que seguimos engordando el currículum con lo que sea. Nadie nos podrá decir que no lo intentamos. Estamos hartos de pagar cursos, másters, workshops, especialidades y todo lo que implique un valor añadido. Pero no a cualquier precio. Quiero resaltar el último párrafo de su método que he sacado de la propia página web:

En una semana los alumnos de SCPF Academy pueden haber recogido un briefing, haber realizado una campaña, haber revisado su proyecto con su tutor, haber hablado por teléfono con un cliente, haber asistido a una charla sobre previsión de tendencias sociales, haber producido un video, haber desarrollado técnicas de liderazgo, haber creado un naming, haber asistido a un workshop sobre imagen de marca…

Vuelvo a lo mismo. Me suena a lo que haría si estuviera allí trabajando. Es más, es exactamente lo que he hecho cuando he estado de becario en varios sitios. Te involucrarán en mayor o menor medida, harás pocas cosas o serás el chico para todo, asistirás a charlas, harás trabajo que te gusta mucho y trabajo que te gusta poco. Trabajarás. El problema es cuando vestimos el trabajo en forma de másters de especialización o prácticas. Dudo que estas iniciativas existiesen en un tiempo de bonanza económica y de empleo, por lo que no me deja de sorprender hasta que niveles quieren que nos arrastremos. Se supone que las prácticas tienen dos grandes partes: la primera es habituarte a un trabajo real y, como tal, realizar; la segunda, seguir formándote. El problema es cuando haces las mismas cosas pero no son unas prácticas: se han convertido en un trabajo en el que el sueldo se lo pagas tú a los demás.

Bienvenidos a la era de las nuevas prácticas pagadas.

Espero vuestras opiniones y perdón por la parrafada, pero necesitaba desahogarme..

 

Edit:  hoy por fin Segarra ha hablado. Podéis ver su respuesta aquí. Aunque aclara (o rectifica) muchas cosas hay una frase que me da mucho miedo cuando dice que los 20.000 euros son «el filtro de la ambición del candidato». Que cada uno saque sus conclusiones, aunque ahora pinta de manera diferente.