Es perfectamente conocido por todos que un mal aliento puede arruinar cualquier conversación. Da igual la persona o el tema, es algo inevitable. Listerine se erige como adalid de la correcta higiene bucal en esta genial acción ideada por JWT Hong Kong. Los protagonistas: un flipbook y una señorita con un insoportable aliento con olor a cebolla.
Las pobres «víctimas» de esta acción debieron de salir un poco angustiadas de la experiencia, pero es una muy buena manera de mostrar los argumentos de la marca. Eso sí, no creo que en este caso el libro sea uno de esos objetos publicitarios que la gente guarda a pesar de ser muy curioso.
He sacado esta acción de I believe in advertising.
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Para mostrar su apoyo al equipo olímpico holandés, desde Volkswagen se están intentando compilar los ánimos (en forma de gritos) de la afición naranja. Pero como grabarlos simplemente sería algo sosete, han ideado un vehículo cuyo combustible son los decibelios de los aficionados.
No sé si llegarán muy lejos, pero no está mal la idea. Eso sí, que se cuiden muy bien de las afonías.
Lo he visto en Wonderful Brands.
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Según los dueños de la academia de música Raffles, cualquiera es capaz de hacer música si dispone del conocimiento y las herramientas necesarias. Una afirmación que muchos no creerían, pero que han demostrado gracias a este envío que consigue convertirte en músico y luthier por un rato.
Unas gomas, unas chinchetas y… ¡Hop! A hacer música. Genialmente conceptualizado por DDB Singapur. Un envío muy creativo, de esos que te dejan un buen rato entretenido y que probablemente acabarás guardando.
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Las marcas no pierden oportunidad para sacar tajada de los Juegos Olímpicos. En Alemania, Gillette ha querido promocionar su nueva Gillete ProGlide Gold con una acción en grandes superficies digna de las gestas de los mejores atletas. Para ello han colocado sus productos en una góndola con un podium incorporado.
Pero claro, el simple decorado no era suficiente para hacer sentir la emoción de los ganadores a todos los compradores de la marca. Eso requiere de un poco más de agitación.
Un espectáculo para crear engagement con todos los consumidores de la marca. Y de paso, sacarle un poco de partido a las olimpiadas. He visto esta acción en Informa BTL.
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La interacción es la clave. Un mensaje se vuelve mucho más efectivo si formas parte de él, no sólo como observador. Esa es una de las razones de que esta valla de Jung Von Matt, sencilla pero efectiva, sea una gran pieza de comunicación. Lo es porque hace partícipe al público de un mensaje importante: hay que luchar contra la matanza indiscriminada de focas.
Si se quiere cambiar algo, hay que hacer participar al resto del mundo. Si no, a poco podremos llegar.
La he visto en Ads of the world.
Una pausa para la publicidad 