¿Alguna vez has ido a un restaurante y has pedido un menú «de prueba» y, si te gusta, ya lo pagarás? ¿O le has dicho a varios pintores que pinten los cuartos y luego tú le pagarás sólo al que más te enamore (eso si alguno cubre al 100% tus expectativas)? ¿O a cualquier trabajador que, básicamente, pierda su tiempo, dinero y salud en trabajar gratis para ti a cambio de nada? Pues eso es lo que pasa en la industria publicitaria (o en industrias relacionadas, como la audiovisual).
La agencia Zulu Alpha Kilo ha hecho este vídeo en el que denuncia lo barato (por decir algo) que vendemos nuestro trabajo. No nos respetamos y luego pasa lo que pasa: cientos de personas que regalan su trabajo a cambio de posibilidades y no de certezas. Algo que rara vez se ve en otras profesiones, que se ve que se tienen en mejor estima.
Por cierto, que «valoremos» nuestro trabajo de esta manera, seguramente es lo que hace que hagamos lo mismo con los trabajadores de la publicidad. Es de absoluta vergüenza que haya agencias que tengan trabajando a montones de personas absolutamente gratis, sin darles ningún tipo de formación, incurriendo en gastos para ir a la oficina y con horarios que sobrepasan con mucho lo normal. Esto es una profesión y, por mucho que haya mucha vocación, nadie debería trabajar gratis. ¿O acaso lo hacen los CEO de las empresas que no pagan a sus empleados?
¿Y lo peor de todo? Que todos lo admitimos y lo tomamos como algo normal. Y así nos va.
Es difícil saber a ciencia cierta cuando algo es plagio, inspiración o simple casualidad. Se dice que está todo inventado y más aún en publicidad, donde nos nutrimos de la realidad que tenemos a nuestro alrededor. Todos los días nos encontramos montones de campañas muy similares.
Hoy he recopilado quince campañas que son ciertamente análogas. La que está situado en primer lugar salió a la luz antes, mientras que la segunda es la supuesta copia. ¿Plagio? ¿Casualidad? ¿El riesgo de comprar fotos de stock? Vosotros juzgáis.
Si por mi fuera, prohibiría los case study. Muchas agencias ponen más recursos en ellos que en sus campañas y suelen «camuflar» la idea que hay detrás, haciendo que parezca mucho mejor de lo que es realmente. De hecho, en muchos casos son más simulacros de campañas que otra cosa.
Ningún festival serio debería permitirlos, pero lo cierto es que de momento eso parece una utopía.
Evidentemente no soy el único que piensa así. De hecho, este vídeo que he encontrado en Brainstorm9 parodia la pantomima de los vídeos que explican ideas.
¿Y tú qué opinión tienes sobre los case studies?
Hace un tiempo ya hable de por qué creo que los publicitarios nos estamos cargando la publicidad. Demasiada repetición, demasiada publicidad invasiva, demasiada saturación, etc. Mucha gente opina de una manera similar, entre ellos la gente de Brandominus, que han comenzado una lucha para que desaparezca la publicidad invasiva. Aquí podéis leer su manifiesto y aquí podéis firmar su petición para reducir el tiempo de publicidad en tv.
Aunque soy consciente de que la publicidad siempre va a tener un componente invasivo (necesario para sufragar los gastos de muchas cosas), estoy de acuerdo en que es en necesario reducirlo drásticamente. Estés o no de acuerdo, es algo sobre lo que viene bien reflexionar. ¿Qué opinas?