Aunque estos últimos años hemos avanzado mucho en lo que se refiere a igualdad, a día de hoy los desequilibrios son todavía indiscutibles. Sin ir más lejos, según el estudio realizado por Ipsos Connect para Samsung, sólo tres de cada diez hombres suelen poner la lavadora en casa.
Con el fin de concienciar sobre esta situación, la marca lanzó su campaña #YaNoHayExcusas (centrada en las lavadoras Samsung AddWash), creada por Saatchi & Saatchi y Wysiwyg con el apoyo de Starcom. Y lo hicieron gracias a la tecnología y a uno de los pueblos más conectados de España: Jun. Una pequeña localidad granadina que tiene el honor de haberse convertido en un modelo por su revolucionario uso de Twitter.
Los habitantes del municipio han querido demostrar que están comprometidos con el tiempo en el que viven, utilizando la app Equal HouseWork. Esta aplicación permite crear una «competición» entre parejas, ya que consta de un botón que pulsa el hombre o la mujer cada vez que pone la lavadora. De esta manera, se lleva la cuenta de las veces que hace la colada cada uno de los sexos, creando un pique con el que todos salen ganando. Así, han gamificado una tarea cotidiana, creando una competición que fomenta un reparto igualitario y que ayuda a llevar a la normalidad una situación que debería ser anormal.
Tras utilizar la aplicación, casi la mitad de las lavadoras del pueblo (48%) han sido puestas por hombres, lo que hace que se haya conseguido un reparto más lógico. Vamos, que con esta campaña queda claro algo: quien quiere, puede. Ya no hay excusas, que estamos en pleno siglo XXI.
Aunque el mundo va a cambiando poquito a poco, probablemente no lo haga a la velocidad adecuada. Tanto es así que, hoy en día, las tareas domésticas siguen siendo territorio dominado por las mujeres. Sin ir más lejos, hay un reparto desigual a la hora de hacer la colada, ya que los hombres sólo la ponen habitualmente en 3 de cada 10 hogares. Y, para evidenciar esto, Samsung creó su app Equal housework,
Esta aplicación forma parte de su campaña #yanohayexcusas, y vale para medir la realidad en cada casa y hacernos más conscientes de ella. Al fin y al cabo, los números genéricos son, eso, genéricos, y no podemos actuar directamente sobre ellos, pero sí sobre lo que hacemos en nuestra propia casa, que es nuestro campo de actuación. Acabar con la desigualdad casera es tarea de cada uno. Y en todos los sentidos, vaya. Esta aplicación, la evidencia.
Visto en Mis gafas de pasta.