Love absoluto a la publicidad útil. Desde aquí no puedo más que aplaudir a esta campaña de IBM que, ya que iban a publicitarse, decidió convertir los propios soportes publicitarios en generadores de valor para los ciudadanos parisinos. Un ambient para quitarse el sombrero.
Trabajazo de Ogilvy & Mather Paris. Bravo.
Visto en Hello you creatives.
Si algo siempre ha sorprendido de las empresas tecnológicas es su capacidad para la miniaturización. Se ha llegado a unos niveles inimaginables de precisión, llegándose a realizar verdaderas virguerías. Tanto es así que la gente de IBM se ha puesto el mono de trabajo y las gafas de ver de cerca (cerquísima) para crear la película más pequeña del mundo.
Realizada con unos cuantos átomos de carbono sobre una superficie de cobra, A boy and his atom es (reconocida por el libro Guinness de los records) la película más pequeña de la historia. Aquí la tenéis, aumentada para vuestro disfrute.
Visto en Alt1040.
A veces hay cosas que son evidentes, pero que sólo unas pocas personas sin la mente viciada por el convencionalismo pueden ver: los niños. En esta ocasión, ha sido la empresa IBM la que ha buscado mejorar el mundo con ideas frescas que aporten algo a la sociedad. Y una de esas idea ha salido de la mente de unos niños. Una de esas ideas que, de lógicas que son, no ha realizado nadie: un paso de cebra luminoso.
Un simple paso de cebra que se ilumina cuando hay transeuntes, mejorando la visibilidad y reduciendo los atropellos. Brillante en su simplicidad y genial en su concepción. Todo esto parte de una idea de Ogilvy & Mather Amsterdam.
El mundo puede ser un poquito mejor gracias a la generación de ideas y lo he descubierto en I believe in advertising.