Hace unos años, cuando internet empezaba a hacer ruido en nuestras casas junto a los módems de 56k, los más listillos decían aquello de “si no estás en internet, no existes”. Bueno, pues tenían toda la razón del mundo. Hoy en día todo se mueve en la red. Y, como es lógico, el comercio no solo está, sino que no deja de crecer día a día. Aquí van diez consejos que te servirán para optimizar tu e-commerce y llevarlo a buen puerto.
Simplifica
No, probablemente la mayoría de tus posibles compradores no necesitan saber el voltaje que acepta esa batería de litio, o si ha sido fabricada en Bangladesh o Indonesia. O, por lo menos, no hace falta que lo sepan en la primera pantalla que ven. Clasifica bien los niveles de información y haz que les resulte todo sencillo.
Di sí al SEO
Si no apareces en las primeras búsquedas de Google, es como tener un kiosko en la sexta planta de un edificio: si te encuentran, o ya te conocen o han llegado allí de pura chiripa. No dejes de invertir en una buena estrategia de SEO. Es mucho más importante de lo que se suele creer.
Responsive es la respuesta
Laptops, PCs, Macs, tablets, móviles, pantallas de 16:9, de 4:3… y lo que vendrá. La variedad de formatos hace que la adaptación al medio sea complicada, pero necesaria. Si logras ser perfectamente accesible desde cualquier soporte, las posibilidades de que sigan visualizando tu site aumentan.
Busca tu foco
Aunque me aventure a decir esto, estoy casi seguro de que no me equivocaré si digo que no eres la única persona que vendes tu producto en la red. Y si los demás venden lo mismo… ¿por qué comprar en tu tienda? Busca lo que te diferencia, céntrate en ello y comunícalo de manera eficiente. Ten claro lo que haces y lo que nunca deberías hacer.
La usabilidad: tu web no es un pasatiempo
En tu e-commerce los niveles de dificultad, sobran. No tienes entre manos un crucigrama para retar a quien tienes enfrente, sino una plataforma para que ellos encuentren lo que buscan lo antes posible. Haz que todo sea lógico, visible y sencillo. Si tu web parece un jeroglífico, no esperes que todo el mundo lo quiera resolver.
No escatimes
Las apariencias importan. Lo sentimos, pero es así. Tu web es tu escaparate y, si parece cutre, la gente lo percibirá como tal. Invierte en tus imágenes, en tus textos, en tu layout, etc. Esto no es distinto a una tienda física. Haz que tus clientes se sientan cómodos e impresionados.
Sí: el e-mail aún funciona
Aunque creas lo contrario porque sueles eliminar diez mil correos de spam al día, bien enfocado, el e-mail marketing es muy efectivo. Un canal de conversión directo con el que fidelizar, informar, ofrecer promociones… Eso sí, no vale hacerlo de cualquier manera. Al receptor tiene que interesarle lo que dices, así que no escatimes en recursos para hacer bien las cosas.
El diseño siempre enamora
Claro, limpio y bonito. Si cumples estas tres premisas a la hora de diseñar tu e-commerce, todo irá rodado. Y, eso sí, que tenga personalidad.
Seguridad ante todo
Uno de los mayores frenos de la compra online es la percepción de inseguridad. Implementa plataformas de pago de confianza, redacta políticas de privacidad y de manejo de datos bien claras y responde a todas las preguntas necesarias para tranquilizar a tus clientes. Si huelen algo raro, huirán.
La venta nunca se acaba
¡Perfecto! Estás vendiendo, pero aún no ha acabado tu tarea. Salvo que vendas apartamentos de un millón de euros, probablemente esperarás que tus clientes vuelvan pronto a comprar más, ¿no? Pues entonces, tenlos contentos: cumple todas tus promesas con respecto a los productos y envíos, ofrece un buen servicio post-venta, escucha el feedback que te proporcionen y… ¡fideliza! Esto no ha hecho más que empezar.
Resumiendo un poco, tener un (buen) e-commerce es una tarea más complicada de lo que parece. Requiere un aprendizaje constante de todas las variables que pueden influir en él: experiencia de usuario, arquitectura de contenido, UX, UI, analítica, automatización de procesos y comunicaciones… Vamos, que lo recomendable es que te conviertas un experto en todas estas cosas. Y, para hacerlo, una buena opción es el Programa Superior en Comercio Electrónico de ICEMD, que viene completito y te da todos los conocimientos necesarios para que tu negocio digital llegue hasta donde quieras. Échale un vistazo y… ¡ponte a ello!.
Todos sabemos que las fórmulas infalibles no existen, pero… ¿y si hubiesen ciertos objetos que ayudaran a solucionar los problemas que día a día surgen en el mundillo de la publicidad? En esto han debido de pensar Stephen Icardi y Catherine Penfold-Waxman para crear Creative Miscellaneous Materials LLC: la tienda online que solucionará tu día a día.
Desde un polvo para digitalizar hasta un collar de entrenamiento de clientes pasando por la máscara de insights de Dan Wieden, esta tienda vende una serie de productos que necesitarás si te dedicas al mundillo del marketing y la publicidad. Una gran idea que esperamos que se haga realidad algún día.
Visto en Marketing directo.
Perdonad que haga un receso en mi actividad comunicadora habitual, pero hoy permitidme que haga un poquito de autobombo. Acaba de salir a la luz un proyecto en el que estoy implicado desde el comienzo y no quiero dejar pasar la oportunidad de hacerlo saber desde este blog.
Quiero que conozcáis Cooqui: una nueva tienda online que apuesta por hacer el mundo un poco más bonito.
En Cooqui apostamos por el «bonitismo»: una filosofía de negocio y de vida que intenta proporcionar cositas chulas y molonas para todo el mundo. En la tienda encontraréis productos para móviles, de papelería, bisutería o belleza, además de otro tipo de accesorios. Todo a unos precios razonables y con unos envíos bonitos bonitos. Os invito a que echéis un vistazo.
La tienda está dirigida principalmente a un target femenino, pero todos estáis invitados a curiosear. Hay objetos para todos los gustos. Por todo esto, me gustaría que entrarais en www.cooqui.es y curioseéis todo. De momento sólo realizamos envíos a España, aunque si alguien quiere alguna cosa todo se puede hablar.
Además de la web nos podéis seguir por Facebook, por Twitter, por Pinterest y por Instagram. Poquito a poquito vamos creciendo.
Espero que os guste, le hemos puesto mucho cariño. Espero vuestros comentarios y sugerencias sobre la página. ¡Ayúdanos a construir un mundo más cooqui! ;)
Cada vez más se oye entre los expertos el concepto «remarketing«. Para mucha gente todavía e un término relativamente desconocido, por lo que me gustaría hacer un pequeño post hablando de lo que significa y las implicaciones que posee. Obviamente es una simple aproximación, pero es necesario aprender a andar antes de correr.
El remarketing, simplificando muchísimo la cosa, es volver a contactar con usuarios que han estado en tu página web o tu e-commerce (es decir, que muestran un interés en tu producto) para que, finalmente, terminen comprando. Poneos en la situación de que habéis estado mirando en una web una serie de artículos. Probablemente habréis añadido alguno de ellos al carrito de la compra, aunque finalmente no habéis realizado la transacción. Es algo normal, ya que los carros de la compra online se abandonan en un porcentaje que ronda el 60%. Todas estas son personas que están interesadas en esos productos han desistido finalmente de realizar el acto de la compra. Son consumidores motivados pero que por alguna razón no han llegado a sellar el trato. Pues bien, aquí es donde entra el remarketing. Contactando con estos clientes, podemos estimularlos para que terminen realizando dicha compra. Convirtiéndose en clientes activos. Se puede conseguir esto a través de tres vías: anuncios, e-mails o nuestra propia web.
Hacer esto es relativamente sencillo y directo, ya que en la mayoría de los casos se puede hacer a partir de envíos automáticos de emails o automatizar anuncios en diversas plataformas (sin ir más lejos, Google tiene un servicio de remarketing). De esta manera se disminuyen realmente las tasas de abandono y se aprovecha una oportunidad que, a priori, parecía haber sido desperdiciada. No capta clientes como tal, sino que los reactiva.
He aquí algunos datos: de media se pueden incrementar en veinte veces los porcentajes de transacción e ingresos por mail en comparación un mailing masivo estandar. En la mayoría de los casos, estas campañas de remarketing duplican los índices de apertura y cuadruplican los índices de clicks. Además, no sólo vale para las personas que han añadido objetos al carrito de la compra, sino que también puede usarse para captar a usuarios que han navegado en la web simplemente buscando cosas.
Para el éxito de este tipo de campañas, se pueden optar por diversas opciones. Puede plantearse o no el ofrecer ofertas especiales, ya que depende del caso funcionarán mejor o peor. Si se han añadido objetos al carro, el que sean incluidos en el mail influye muy positivamente en la respuesta de los clientes, mejorándola significativamente. Eso si,, todo cuanto más personalizado mejor, como si fuera un envío de marketing directo.
Todos estos datos dejan claro que el remarketing puede ser una herramienta muy importante a la hora de lograr que los potenciales clientes se acaben constatando como clientes. Se pueden impulsar los ingresos de cada campaña hasta en un 33% con el simple hecho de usarlo con los clientes que dejaron su carrito de la compra abandonado. El plazo más razonable para que sea efectivo es enviarlo dos o tres días después de que se haya dejado de lado la compra, aunque se puede realizar antes.
Lo que sí que realmente merece la pena es realizar el envío antes de que el carrito haya caducado (e incluyendo la información de su compra abandonada en el mail), ya que esto hace aumentar la respuesta notablemente. Es mucho mejor centrarse en el carro que en un simple mensaje promocional.
Con todo esto, parece claro que el remarketing abre una vía en la que captar clientes que parecían perdidos y de motivarlos a la compra. Una herramienta interesantísima que todavía no se usa tanto como podría usarse.