Una regla tonta que funciona en publicidad: si quieres que algo llame la atención, hazlo gigante. Puede parecer una tontería, pero lo colosal siempre llama la atención. Y si no que se lo digan a la gente de los refrescos Solo, que han creado el mensaje en una botella más grande de la historia.
Para que el mensaje no se pierda en la inmensidad del océano han creado un envase de 8 metros de largo y decidir quienes serán los afortunados en probar su bebida. La gente podía seguir el trayecto del envío y apostar donde terminaría.