Es complicado llegar a los más jóvenes con campañas de sensibilización vial. La mayoría de campañas son previsibles y se ven venir a kilómetros, pero ¿a que no esperarías encontrarte con una cuando estás desayunando tranquilamente tu bol de cereales?
Pues eso es lo que ha hecho la asociación Arrive Alive Drive Sober en colaboración con la marca de cereales Arrowhead Mills. Introdujeron pequeños coches de juguete accidentados con un mensaje para recordar las consecuencias a las que puede llevar conducir tras haber bebido. Esta idea chocante es de la agencia canadiense Rethink.
Visto en Creapills.
El distrito peruano de Miraflores tiene una gran vida nocturna. Eso lo hace potencialmente peligroso por todas aquellas personas que alternan sus salidas nocturnas con la bebida y los coches. Para concienciar acerca de esto, realizaron una acción de bajo coste y alto impacto. Y su medio, curiosamente, fue la propia bebida.
Regalaron cerveza con este curioso packaging para alertar de cuál podía ser el resultado de la noche si mezclaban vehículos y bebida.
Tengo mis dudas de que regalar cerveza fuera el único medio para llevar a cabo esta acción porque podrían agravar el problema, pero no deja de ser una muestra curiosa.
El «si bebes no conduzcas» es un clásico que necesita una ligera renovación. El mensaje es directo y necesario, pero tras tanta reiteración ya no impacta tanto como debería. Hace falta una vuelta de hoja para que recupere la potencia de antaño.
La agencia Isvor (por medio de su Programa Da Vinci) ha querido renovar este mensaje para Sou BH, el portal de la ciudad brasileña de Belo Horizonte. Conscientes de que la bebida y la conducción son dos conceptos que se repelen mutuamente, han querido conceptualizarlo de una manera sencilla y cercana al público al que se dirigen. Los polos opuestos se atraen.
Unos simples imanes situados en posavasos y copas hacen todo el trabajo. Imposible no verlos. En la simplicidad del mensaje está su fuerza. En la brillantez de su forma, su éxito.
Visto en Action in a minute.
Hay ocasiones en las que usar el medio de la manera contraria a lo que sería habitual termina siendo mucho más efectivo de lo que podría ser de primeras. Sobre todo cuando la gente está muy habituada a una forma concreta de acceder a ese medio. El que os traigo es un excelente ejemplo de ese paradigma. Es simple: un cine en 3D y un público que sabe que algo está fallando.
El desconcierto se adueña de la gente mientras está viendo el vídeo, pero en cuanto acaba se comprende todo. Fabulosa manera de concienciar, aprovechando un formato de éxito… para hacer que no funcione. Una buena acción para concienciar acerca de los peligros de conducir bebido. Realizada por TBWA / South Africa.