¿Cuántos planes de fin de semana han terminado en fracaso por una predicción del tiempo equivocada? Es el momento de vengarnos gracias a Toyota, ya que han puesto a prueba a algunos de los hombres del tiempo más famosos de Europa (entre ellos, nuestro Roberto Brasero).
Para hacerlo, les han cedido un Aygo cuya configuración depende de sus predicciones. De esta manera, equivocarse en su pronóstico irá en su contra. Curiosa manera de darle la vuelta a la tortilla, aunque resultan sospechoso los cromas que utilizan para dar el tiempo, distintos a los habituales. La idea es de Del Campo Saatchi & Saatchi.
Visto en Update or die!
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Desde hace un tiempo, las demostraciones de producto se hacen a lo grande. Para probar que un neumático es resistente, es tontería utilizarlo hasta que reviente: mucho mejor lanzarlo desde un avión. Bueno, o por lo menos eso ha debido de pensar la gente de BFGoodrich.
10.000 pies ha sido la altura desde la que han lanzado el neumático para, acto seguido, utilizarlo en un contexto más normal. No sé si es la mejor forma de inspirar seguridad a la gente, pero la idea de la resistencia queda evidenciada. La idea es de The Martin Agency.
Visto en Adevee.
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A veces es complicado cambiar la percepción de un producto según el ámbito en el que se mueve. Nos negamos a creer que, en muchas ocasiones, los alimentos que nos sirven en un restaurante son del mismo nivel que los que podemos comprar en un supermercado.
La marca de hummus Achla quiso hacer ver en Israel que su producto era de la misma calidad que el que la gente pide en los restaurantes. Y la manera más lógica de hacerlo fue crear un restaurante para que los consumidores lo confirmaran por si mismos.
Los resultados hablan por si mismos. Un test de producto hecho en el único sitio capaz de convencer a la gente de lo que querían comunicar. Muy bien pensado.La acción corre a cargo de BBR Saatchi & Saatchi.
Encontrado en Creative Criminals.
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Desde hace tiempo a las marcas ya no les vale con poner sus productos en el mercado y esperar a que la gente compre. Esos tiempos ya pasaron hace mucho y ahora tienen que optar por una estrategia en la que ellos sean los que se acerquen a sus clientes y no al revés. Por esa razón me ha gustado mucho esta idea de unos estudiantes de la Miami Ad School mexicana para Mitsubishi.
El mecanismo es sencillo: ir a probar un coche es un engorro y encima te hace perder tiempo y dinero yendo al concesionario a realizar la prueba. ¿Cómo transformar eso? Pues haciendo que la montaña vaya hacia Mahoma.
En vez de provocar una molestia al potencial comprador, el test se convierte en una especie de servicio de taxi en el que Mitsubishi llevaría el coche que se quisiera probar a la casa del cliente para que el lo probase y, de paso, lo condujese hasta el lugar al que tiene que ir. Así matas dos pájaros de un tiro: consigues la prueba de producto y le ofreces al cliente un servicio gratuito que potenciará su visión positiva de la marca.
Sencillito y genial. Me lo ha traído hasta mi casa We love viral.
Una pausa para la publicidad 
