En 1989, Gillete lanzaba su mítica campaña (y su igualmente icónico tagline) The best a man can get. Hoy, la han vuelto a lanzar pero, como son otros tiempos, la han transformado en We believe: The best a man ca be. 30 años después han querido reconfigurar en ella el papel de los hombres en la sociedad, preguntándose que es aquello a lo que podemos aspirar.
En un spot que probablemente va a ser muy polémico (porque la gente es idiota, básicamente) o tachado de oportunista (que lo es, pero la necesidad apremia), la marca se posiciona junto a una masculinidad sana y necesaria. No solo de boquilla, sino también con hechos. Cada vez más, las marcas salen de su zona de confort y se muestran como parte de la sociedad. Y, el compromiso, siempre es bueno.
Visto en Brainstorm9.
Para mostrar la flexibilidad de sus nuevas maquinillas con flexball, Gillette junto a Son Lux han buscado una manera de hacerlo que se sale del habitual uso que le darías al producto. Tan raro como crear un piano que se toca gracias a los cuerpos de las maquinillas.
Un piano que toca gracias al movimiento que se le da a los cabezales. Curiosa manera de mostrar una ventaja del producto.
Visto en Update or die!
Hoy traigo un regalito para todos los seguidores de Mad Men: el portfolio de la agencia Sterling Cooper Draper Pryce. Disfrutad de estos trabajos de la agencia de la serie hechas para los fans.
He descubierto estas piezas en The Denver Egotist.
Hace un tiempo realice un post con una acción de Gillette en New York, en la que intentaban realizar el afeitado más grande del mundo (y en su momento, seguro que lo consiguieron). Hoy os quiero mostrar una variante de la misma campaña, pero esta ver realizada en tierras inglesas. El mismo concepto, también asociado al mundo del deporte y con uno de sus preceptores más conocidos: Roger Federer. Wimbledon era el lugar para realizar la acción, sin duda.
Una forma todavía más ingeniosa y, probablemente, más notoria de promocionar sus nuevas cuchillas Fusion Pro Glide y su canal de Facebook. Más de tres mil litros de pintura y mil litros de espuma para llevar a cabo esta acción, que se desarrolló delante de cientos de espectadores.
Un grande, afeitándose a lo grande. Un espectáculo, tanto en la hierba de la pista como en la de fuera.