En muchos países latinoamericanos, levantar la cabeza implica ver cientos y cientos de antenas por satélite para la televisión. Aunque no ganen casi para lo mínimo, la tele no falta. Y Claro ha querido convertirlas en señales de progreso.
La marca dejó la superficie de sus antenas a artistas y artesanos para crear publicidad con respecto a lo que se podía ofrecer en cada casa. Así, tendrían una ayuda gracias a una publicidad exterior inusual. La idea es de Ogilvy Costa Rica.
En Costa Rica los teléfonos de prepago son muy populares, al igual que lo es el fútbol. Claro quiso vincular ambos para proporcionar valor a sus consumidores y, de paso, obtener un poco de notoriedad con el uso de un medio publicitario no habitual. Y lo hicieron utilizando los minutos de descuento de los partidos de fútbol.
Cada minuto extra implicaba un minuto de crédito para llamar por teléfono. De esta manera, aportaban un bien necesario en forma de «sampling» por minutos. La idea es de Ogilvy Costa Rica.