A casi todos nos relaja el mar. Asociamos su sonido a algo placentero y que nos da tranquilidad pero, por desgracia, no para todos es igual. Para mucha gente, su sonido se asocia a sus dramas, a sus trágicas historias, a migraciones forzadas, a guerras de las que huir… vamos, al peor momento de sus vidas. Por eso, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha decidido contar sus historias desde esos lugares y esos sonidos que tanto asociamos nosotros al bienestar.
Para ello, han utilizado el símbolo por excelencia de la escucha del sonido del mar. Junto a Ogilvy y Artymer Innova han creado unas caracolas con un dispositivo que, al cogerlas, cuenta algunas de estas trágicas historias, y las han colocado por algunas playas a lo largo de nuestra costa. Una buena manera de recordar que, en cualquier situación, no podemos olvidarnos del resto de puntos de vista.
La donación de órganos se hace desde un planteamiento sencillo: algo que ya nadie necesita, puede salvar a otra persona. Racionalmente, es lo más lógico del mundo. El problema es que, a la hora de hablar de personas, se complica todo un poco. Por eso, la gente de JWT Buenos Aires lo ha llevado a algo más impersonal: los coches.
Reemplazaron las piezas dañadas de los taxis de la ciudad por otras que les permitía seguir estando operativos. Tratando el tema casi como “un recambio”, la postura lógica aflora. Es duro pensar en ello como tal pero, viéndolo así, prima el sentido común.

Aunque en España no se note, estamos en otoño. Y lo normal en esta época es que las temperaturas bajen y algunos echen de menos el calorcito del verano o la primavera. Así pasa en Suecia, donde Lufthansa ha aprovechado la caída de las hojas propia de la estación para lanzar un mensaje claro sobre sus destinos.
Buena manera de aprovechar la época en la que nos encontramos. La idea es de DDB Stockholm.
Visto en Creative Criminals.
Un lápiz de colores sirve para colorear. Sencillo, ¿no? Pero también para crear arte. Y aunque todo el mundo se cree capaz de hacer lo primero, duda ante lo segundo.
Para demostrar que están equivocados y minusvaloran sus capacidades, la gente de Faber-Castell ha encontrado la manera de que todo el mundo pueda sentirse un artista plástico con la llamada Galería en blanco.
Con unos cuantos lápices, unas directrices y una habitación en modo tábula rasa, los participantes podían llegar a conformar su propio museo (pixelado, pero museo). De la hoja en blanco a la obra maestra, hay muy poco. La idea es de la agencia DAVID.
Visto en Comunique9.