Es curioso que aunque la sociedad avance, muchas veces seguimos cayendo una y otra vez en los mismos errores. Parecen poca cosa desde nuestra perspectiva, pero son capaces de lastrar el desarrollo de los demás.

En esta ocasión me quiero referir a los más pequeños. Muchas veces se nos olvida que son personitas y no sólo mini humanos a nuestro cargo. Por esto, muchas veces se toman decisiones que les afectan y les acaban lastrando psicológicamente, sin pensar previamente en las consecuencias de nuestro comportamiento en su vida.

Por todo esto, la ONG EDUCO ha querido concienciar en el Día Universal del Niño de la necesidad de trabajar por el bienestar de los más pequeños. Lo que se haga hoy, se verá reflejado en él mañana.

Los niños son (evidentemente) niños, pero merecen respeto. Tienen voz y voto y no se les debe ningunear. Es muy desagradable ver a madres contestar por sus hijos y no dejar manifestar sus opiniones, incluso cuando les preguntan algo directamente. Si no pueden mostrar cómo son de pequeños, difícilmente lo harán cuando sean adultos.

Todos estamos hartos de ver a padres híper competitivos gritando de manera agresiva a sus hijos para que se maten jugando al fútbol, cuando ellos lo único que quieren es pasárselo bien con sus amigos. Lo que antes era un juego, puede convertirse en un infierno. Y el infierno no se apaga fácilmente.

#ponteenmilugar

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