Shackleton, una de las mejores agencias españolas de todos los tiempos (y personalmente una de mis favoritas) ha cumplido en 2014 10 años. Para celebrarlo han creado un pequeño vídeo en el que repasan sus campañas, sus historias y, sobre todo, su inicio. ¿Sabéis cómo comenzaron?
¡Larga vida a Shackleton!
¿Alguna vez os habéis sentido perseguidos por un anuncio de algún producto que habéis estado a punto de comprar por internet? Pues si os ha pasado, no os perdáis este terrorífico trailer.
Con mucho humor, esta parodia muestra una realidad: el acoso al que son sometidos los internautas mediante la técnica del retargeting. Útil, pero muchas veces invasiva.
¿Te sientes identificado?
Visto en Il était une pub.
El 19 de octubre se estrena la quinta temporada de The Walking Dead. Para hacer algo de ruido ante su inminente llegado, los responsables han querido crear un poco polémica con una acción que suscitará debate: dar a probar la carne humana.
Con la ayuda de Miss Cakehead, han creado hamburguesas que reproducen a la perfección el sabor de la carne humana (a partir de una mezcla de ternera, cerdo y el hígado y la médula ósea del pollo) que repartirán por Londres el 30 de este mes.
La idea (vista en Golem13) no deja de ser curiosa, pero da bastante grima. Juzguen ustedes.
Las subastas siempre tienen el mismo funcionamiento: quien más paga se lleva el objeto por el que se puja. O hasta ahora, porque la empresa cristalera Kosta Boda ha querido dar valor a los sentimientos que poseen los coleccionistas ante una obra de arte, creando la primera subasta en la que se paga gracias a las emociones.
Las reacciones del cuerpo son la moneda con la que se puja. A un mayor emoción, mayor oferta y más posibilidades de llevarte la obra de arte.
Una nueva forma de dar valor al coleccionismo ideada por la agencia sueca Ellermore.
Visto en Creative Criminals.
Las redes sociales las carga el diablo. Aunque es de sentido común el hecho de que hay que andar por ellas con pies de plomo, más de una marca lo ha descubierto a base de golpes. Sin ir más lejos, os presento diez casos en el que las marcas la han liado con sus acciones en social media.
1 – Por buenas que sean tus intenciones, ten cuidado
Tu marca es un producto y, como tal, tiene una percepción externa que no se tiene porque corresponder con la interna. Se ve que la policía de New York no era consciente de ello cuando pidió a los neoyorkinos que subieran sus fotos con los trabajadores del cuerpo. Las fotos que enviaron no fueron precisamente favorecedoras, y no porque pillaran a alguno con los ojos cerrados.
2- Imágenes sexuales y atención al cliente no se suelen llevar bien
El community manager de U.S. Airways se metió en un buen lío cuando contestó con una imagen sexualmente explícita a las quejas de una clienta. Una broma de mal gusto, un error en la gestión de cuentas, poca profesionalidad… cualquier cosa pudo pasar.
3- Los despistes pueden costar caros
En Microsoft se las prometían muy felices cuando contactaron con Oprah Winfrey para que promocionase por Twitter su nueva Surface. El problema es que la buena mujer lo hizo desde su iPad. Esto no sólo supuso el escarnio de la gente, si no que además dejaba claras las preferencias de la presentadora, restándole credibilidad al producto a través del prescriptor elegido.
4- No dejes en manos de los demás tu storytelling
McDonald´s quiso que sus fans compartieran todas aquellas historias tan entrañables que se habían vivido gracias a la cadena de comida rápida. Para ello hicieron de #McDStories un trending topic patrocinado. Al hacerlo, miles de usuarios compartieron sus historias… negativas. Tal vez si se hubiera quedado dentro de su comunidad, hubiese salido mejor la jugada, pero al comprar un hashtag y hacerlo visible para todo el mundo, se lio.
5- No siempre tienes que aprovechar las noticias
La actualidad es un gran vehículo para acercar tu marca a la gente, pero no en cualquier circunstancia. Si no que se lo digan a la gente de Celeb Boutique, que no tuvieron mejor idea que aprovechar el hashtag en el que se hablaba de una matanza reciente para promocionarse. Hay que tener un poco de sentido común.
6- Tus redes sociales no las puede controlar cualquiera
Si despides a tu community manager, mejor no le sigas dando acceso a los medios de la empresa. Parece algo muy obvio, pero no se le ocurrió a la gente de HMV. Resultado: difusión en directo de la ronda de despidos de la empresa y su opinión sobre ellos durante unas cuantas horas. Bravo.
7- Intentar ser simpático no siempre es necesario
En plenas nevadas, la buena gente del aeropuerto de Luton quiso ganarse una medallita a la vez que hacían un tweet gracioso. Para ello subieron esta imagen con el texto: “Porque somos un súper aeropuerto… estas cosas no nos ocurren cuando nieva… Weeeee”.
¿El fallo? La foto correspondía a un incidente que se había saldado con un niño de seis años fallecido. En cuanto la gente se enteró, corrió el veneno por las redes sociales y, a pesar de que no existió mala fe, no les quedó otra que disculparse.
8- Cuidado con las bromitas
El CM de Home Depot no estuvo especialmente fino cuando subió una foto a twitter para intentar que sus seguidores se divirtieran un rato gracias a la marca. Entraron, sí, pero para mal. No hay más que ver la foto para comprenderlo.
Aunque no lo hiciera de forma maliciosa, el desafortunado tweet le acabó costando el trabajo. Hay que tener en cuenta todas las posibles interpretaciones de lo que subes.
9- Controla hasta el último detalle
Otro caso calcado al de Oprah. Un tweet de Iker Casillas que acaba siendo contraproducente por evidenciar que ha sido enviado desde otro dispositivo. Si quieres que algo salga bien, cuidado con todos los problemas que puedan surgir y, sobre todo, ten claro todo lo que puede fallar. Con un poco de control sobre la acción, nada de esto hubiera pasado.
10- Ojo con las cuentas personales de gente vinculada a la marca
Aunque pongas la coletilla de “las opiniones de esta cuenta son totalmente personales”, lo que digas afecta a tu empresa. Si no que se lo digan al vicepresidente de la agencia de relaciones públicas Ketchum, James Andrews, que no se le ocurrió nada mejor que twittear que “me moriría si tuviera que vivir en Memphis” el mismo día que tenían una reunión con uno de sus mayores clientes. Ese cliente era FedEx, empresa con base en… ¿lo adivináis? ¡Memphis!
La pifia épica supuso una falta de respeto y un ridículo enorme de la agencia ante su cliente y el resto del mundo. Tuvo tal repercusión el tweet, que tanto Andrews como FedEx terminaron escribiendo comunicados oficiales al respecto. ¡Ole!