Uno de los problemas que tiene el envío de publicidad por correo es que muchas veces no llega a su destinatario. Por mucho que en una casa haya alguien del target ideal para ese envío, muchas veces otras personas terminan deshaciéndose de ese mensaje, algo que en el caso de hoy no pasa.

Y no pasa porque los destinatarios de la publicidad van como locos a por ella. En concreto, los gatos.

Los folletos están hechos con catnip, una hierba que es irresistible para los gatos. De esta manera los «compradores» no tienen más remedio  que fijarse en esa publicidad que ha cogido el «consumidor final». La idea es de la agencia canadiense Rethink.

Marketing directo para gatos

Vía Los Angeles Egotist.

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