Ikea siempre ha abogado por hacer de los espacios pequeños espacios habitables, cómodos y chulos. Por esa razón siempre han aprovechado los pocos metros cuadrados de los que dispongan para crear escenarios únicos… y ésta no es una excepción.
En la estación de Saint Lazare, en París, han instalado un baño sobre una valla de publicidad exterior creada ad hoc. En ellos habrá un chico y una chica que hagan un poco de vida (eso sí, por separado, que tampoco hay espacio para tirar cohetes).
Buena forma de hacer entender que en poco espacio se puede hacer mucho.
Lo he visto en Reason Why.
Pingback: Carta de una marketera a los Reyes Magos | Comunicar en tiempos inciertos