El amor por nuestras posesiones más preciadas llega a veces a unos niveles ridículos de exageración. El Conde Scarpa, un millonario brasileño, ha enterrado su Bentley (valorado en  370.000 euros) para poder disponer de él cuando fallezca. No sólo eso, sino que realizó un funeral con él, al igual que lo hará en un futuro con el resto de sus posesiones favoritas.

Tumba Bentley

El hombre vio un documental sobre los egipcios y las pirámides, de donde cogió la idea de ser enterrado con sus objetos más preciados para disfrutarlos en el más allá. Suena todo un poco chorra, pero ejemplifica muy bien el amor de mucha gente por sus marcas favoritas, de las cuales no se quiere deshacer ni después de muerto. Nadie sabe si hay vida después de la muerte o no, pero si hay mejor disfrutarla en un Bentley que en un Fiat Panda.

Bentley grave

Al final todo esto tenía trampa. La noticia era un ardid para atraer a los medios y hablar sobre la donación de órganos. El propio Scarpa dijo en la rueda de prensa que se organizó por motivo de su falso entierro: “No he enterrado mi coche, pero el todo el mundo pensaba que era absurdo cuando dije que lo haría. Es absurdo enterrar nuestros cuerpos, que podrían salvar muchas vidas. Hay algo más absurdo que enterrar un Bentley, y es enterrar tus órganos”.

Gran manera de llamar la atención sobre una realidad necesitada de comunicación.

Scarpa donación

Leído en El Imparcial.

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